Alfredo Pérez Rubalcaba quiere que Zapatero anuncie lo más pronto posible su decisión de no repetir como candidato, y este deseo es el origen de la reciente filtración periodística en el sentido de que el presidente ya tiene decidido no presentarse a las generales de 2012 y que el actual vicepresidente sea su sustituto.
Fuentes socialistas han explicado a e-notícies que la filtración provenía del entorno del ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, muy cercano a Rubalcaba, y que éste conocía que esa filtración se produciría. "De esta forma", según esas fuentes, "se intentaba forzar a Zapatero a que haga pública su decisión".
Varios barones autonómicos socialistas y algunos alcaldes, que consideran que el desgaste de Zapatero les perjudicará en las elecciones del 22 de mayo, coinciden con Rubalcaba en que sería más rentable, electoralmente, que en esa fecha ya esté claro que el próximo candidato del PSOE será el vicepresidente.
El entorno de éste, por su parte, opina que, para ser un candidato con ciertas garantías, necesita "ejercer como tal candidato durante un cierto tiempo", y cree que un excesivo retraso de Zapatero en el anuncio de su decisión perjudica las expectativas de Rubalcaba.
Incluso, según las mismas fuentes, el entorno de Rubalcaba analiza la opción de que Zapatero renuncie a la presidencia del Ejecutivo español para que sea investido el vicepresidente, lo que proporcionaría a éste un importante plataforma mediática hasta las elecciones generales.
Sin embargo, esta presión del círculo próximo a Rubalcaba no ha gustado ni en la dirección del partido ni en el entorno de Zapatero. El aparato del partido cree que la decisión sobre Rubalcaba aún no es definitiva, y los dirigentes más cercanos al presidente consideran que éste debe ser el que decida los plazos.
En este contexto hay que entender las palabras de José Blanco, vicesecretario general y auténtico hombre fuerte del PSOE, en la convención que este fin de semana celebró el partido en Zaragoza, cuando dijo, como una advertencia a Rubalcaba, que "no conozco a un socialista mejor en el PSOE" que Zapatero.
Según las mismas fuentes socialistas, "por una parte, Blanco tiene sus propias aspiraciones", y además, en la dirección del partido hay "dudas" sobre Rubalcaba. De hecho, el actual vicepresidente primero no es un dirigente con un peso decisivo en el aparato del PSOE
Fuentes socialistas han explicado a e-notícies que la filtración provenía del entorno del ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, muy cercano a Rubalcaba, y que éste conocía que esa filtración se produciría. "De esta forma", según esas fuentes, "se intentaba forzar a Zapatero a que haga pública su decisión".
Varios barones autonómicos socialistas y algunos alcaldes, que consideran que el desgaste de Zapatero les perjudicará en las elecciones del 22 de mayo, coinciden con Rubalcaba en que sería más rentable, electoralmente, que en esa fecha ya esté claro que el próximo candidato del PSOE será el vicepresidente.
El entorno de éste, por su parte, opina que, para ser un candidato con ciertas garantías, necesita "ejercer como tal candidato durante un cierto tiempo", y cree que un excesivo retraso de Zapatero en el anuncio de su decisión perjudica las expectativas de Rubalcaba.
Incluso, según las mismas fuentes, el entorno de Rubalcaba analiza la opción de que Zapatero renuncie a la presidencia del Ejecutivo español para que sea investido el vicepresidente, lo que proporcionaría a éste un importante plataforma mediática hasta las elecciones generales.
Sin embargo, esta presión del círculo próximo a Rubalcaba no ha gustado ni en la dirección del partido ni en el entorno de Zapatero. El aparato del partido cree que la decisión sobre Rubalcaba aún no es definitiva, y los dirigentes más cercanos al presidente consideran que éste debe ser el que decida los plazos.
En este contexto hay que entender las palabras de José Blanco, vicesecretario general y auténtico hombre fuerte del PSOE, en la convención que este fin de semana celebró el partido en Zaragoza, cuando dijo, como una advertencia a Rubalcaba, que "no conozco a un socialista mejor en el PSOE" que Zapatero.
Según las mismas fuentes socialistas, "por una parte, Blanco tiene sus propias aspiraciones", y además, en la dirección del partido hay "dudas" sobre Rubalcaba. De hecho, el actual vicepresidente primero no es un dirigente con un peso decisivo en el aparato del PSOE
Fuente:e-noticies.es
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