15 de febrero del 2011
El Partido Popular prepara con mimo el bautismo de María Dolores de Cospedal como candidata a la Junta de Castilla-La Mancha, su segunda gran puesta de largo en la Comunidad después de que a finales de noviembre lograra reunir a la créme empresarial en la presentación de su programa económico. Entonces, en torno a mil personas acudieron a la llamada de la también secretaria general del PP en el Hotel Hilton de Toledo. Este sábado por la mañana, su partido quiere repetir cifra en el Palacio de Congresos de Albacete, provincia en la que se crió la rival de José María Barreda.
El simbolismo es, pues, el motivo del lugar elegido. Porque, por contra, Albacete es una de las dos provincias consideras menos prioritarias en campaña por la formación, junto con Cuenca: en ambas creen prácticamente imposible deshacer el empate de escaños con el PSOE. Por tanto, la miga, según las cábalas de los populares, estará en Toledo, Guadalajara y Ciudad Real (especialmente en esta última, única provincia donde hay en juego un número impar de escaños).
La plaza que más anhelan ganar los populares en las elecciones autonómicas del 22 de mayo es sin duda Castilla-La Mancha, donde no cabe duda de que tienen el viento de las encuestas a favor. No sólo es un objeto preferente de deseo porque la región lleva tres décadas gobernada por los socialistas, sino porque su candidata es nada menos que la número dos del partido, y eso hace que el resultado de esos comicios esté más ligado a la Dirección nacional del PP que en ninguna otra parte. Como ocurrió hace dos años en Galicia, dado lo mucho que se implicó entonces Mariano Rajoy en la campaña de Alberto Núñez Feijóo.
Es por eso que buena parte de la cúpula de la formación se trasladará a Albacete para darle su respaldo. Empezando por Mariano Rajoy y siguiendo por los tres vicesecretarios generales -Ana Mato, Javier Arenas y Esteban González Pons- y los portavoces en el Congreso y en el Senado, Soraya Sáenz de Santamaría y Pío García Escudero. En un principio el equipo de Cospedal se planteó invitar a varios presidentes regionales del partido, pero finalmente la idea quedó descartada por una cuestión de logística.
Al margen de la multitud de cargos del PP castellano-manchego invitados (miembros de la Ejecutiva regional, alcaldes, diputados regionales y nacionales, senadores...) y de militantes de base, la formación quiere que sea un acto abierto. Es por eso que, según fuentes de la organización, también se ha invitado a los representantes de la patronal de la región; de las cámaras de comercio; de los sindicatos UGT, CCOO, CSIF y ANPE; a varios empresarios de la Comunidad y sobre todo de Albacete; y a representantes de diversas asociaciones de la sociedad civil. Su discurso está llamado a ser uno de los más importantes que ha pronunciado en tierras castellano-manchegas. Será en clave regional aunque con algunas pinceladas de política nacional, y su hilo conductor será la necesidad de un cambio en la Comunidad después de tres décadas de bonos y barredas. Así pues, la gestión socialista, especialmente la de Barreda, saldrá a colación, aunque Cospedal no buscará excesivamente la confrontación.
Al margen de su intervención y de la de Rajoy, harán de teloneros el presidente de Nuevas Generaciones de Castilla-La Mancha, Francisco Núñez; el secretario general del PP de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado; y la candidata del PP al Ayuntamiento de la ciudad, Carmen Bayod. Sólo queda que suba el telón.
El Partido Popular prepara con mimo el bautismo de María Dolores de Cospedal como candidata a la Junta de Castilla-La Mancha, su segunda gran puesta de largo en la Comunidad después de que a finales de noviembre lograra reunir a la créme empresarial en la presentación de su programa económico. Entonces, en torno a mil personas acudieron a la llamada de la también secretaria general del PP en el Hotel Hilton de Toledo. Este sábado por la mañana, su partido quiere repetir cifra en el Palacio de Congresos de Albacete, provincia en la que se crió la rival de José María Barreda.
El simbolismo es, pues, el motivo del lugar elegido. Porque, por contra, Albacete es una de las dos provincias consideras menos prioritarias en campaña por la formación, junto con Cuenca: en ambas creen prácticamente imposible deshacer el empate de escaños con el PSOE. Por tanto, la miga, según las cábalas de los populares, estará en Toledo, Guadalajara y Ciudad Real (especialmente en esta última, única provincia donde hay en juego un número impar de escaños).
La plaza que más anhelan ganar los populares en las elecciones autonómicas del 22 de mayo es sin duda Castilla-La Mancha, donde no cabe duda de que tienen el viento de las encuestas a favor. No sólo es un objeto preferente de deseo porque la región lleva tres décadas gobernada por los socialistas, sino porque su candidata es nada menos que la número dos del partido, y eso hace que el resultado de esos comicios esté más ligado a la Dirección nacional del PP que en ninguna otra parte. Como ocurrió hace dos años en Galicia, dado lo mucho que se implicó entonces Mariano Rajoy en la campaña de Alberto Núñez Feijóo.
Es por eso que buena parte de la cúpula de la formación se trasladará a Albacete para darle su respaldo. Empezando por Mariano Rajoy y siguiendo por los tres vicesecretarios generales -Ana Mato, Javier Arenas y Esteban González Pons- y los portavoces en el Congreso y en el Senado, Soraya Sáenz de Santamaría y Pío García Escudero. En un principio el equipo de Cospedal se planteó invitar a varios presidentes regionales del partido, pero finalmente la idea quedó descartada por una cuestión de logística.
Al margen de la multitud de cargos del PP castellano-manchego invitados (miembros de la Ejecutiva regional, alcaldes, diputados regionales y nacionales, senadores...) y de militantes de base, la formación quiere que sea un acto abierto. Es por eso que, según fuentes de la organización, también se ha invitado a los representantes de la patronal de la región; de las cámaras de comercio; de los sindicatos UGT, CCOO, CSIF y ANPE; a varios empresarios de la Comunidad y sobre todo de Albacete; y a representantes de diversas asociaciones de la sociedad civil. Su discurso está llamado a ser uno de los más importantes que ha pronunciado en tierras castellano-manchegas. Será en clave regional aunque con algunas pinceladas de política nacional, y su hilo conductor será la necesidad de un cambio en la Comunidad después de tres décadas de bonos y barredas. Así pues, la gestión socialista, especialmente la de Barreda, saldrá a colación, aunque Cospedal no buscará excesivamente la confrontación.
Al margen de su intervención y de la de Rajoy, harán de teloneros el presidente de Nuevas Generaciones de Castilla-La Mancha, Francisco Núñez; el secretario general del PP de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado; y la candidata del PP al Ayuntamiento de la ciudad, Carmen Bayod. Sólo queda que suba el telón.
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