Si partimos de la base que toda actividad humana es imperfecta, ya que el ser humano en sí ya lo es, creo que la política es buena muestra de ello. No conozco ningún régimen político que sea perfecto, ni la dictadura, ni la república, ni el régimen comunista, ni la democracia (veamos el ejemplo americano con más de 500 años de democracia), ni la democracia parlamentaria (nuestro propio ejemplo).
Pero claro, quizá deberíamos matizar que quizá algunos regímenes no estén errados en sus planteamientos o ideales, pero la realidad es: ¿Se cumplen realmente a día de hoy los ideales y valores propugnados por esos regímenes políticos? Yo creo que no. Creo que hoy día no existen idealismos ni valores de partidos. Creo que existen personas, que son las que arrastran a las masas. Si alguien verdaderamente tiene carisma atrae a las personas y si tiene un mensaje medianamente aceptable mejor que mejor. No voy a entrar a valorar a la población que recibe ese mensaje. Simplemente diré que no es lo mismo dirigirnos a un grupo de personas medianamente cultas que otro que no lo sea…
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Y si hablamos de las personas carismáticas que representan a los partidos políticos, pues hay mucho que decir: por ejemplo, la formación académica de algunos líderes, que brilla por su ausencia, o los probados casos de corrupción, o los no probados, pero que todos sabemos que están ahí o incluso el poco carisma que poseen otros o el ejercicio de cinismo que muchos practican y al que asistimos todos los días.
En fin, nuestra democracia acaba de nacer, 32 añitos de nada, y además condicionada por la Comunidad Europea. Démosle un voto de confianza y esperemos que el panorama actual cambie para mejor.
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