viernes, 17 de diciembre de 2010

María Gámez, en el gazpachuelo party

«María Gámez es la que tiene un gazpachuelo mental. Está con los modernos, pero llama a Felipe a que le presente en un desayuno informativo».

Están los tres con un zumo de remolacha, zanahoria, manzana y apio en el nuevo Terra Sana de calle Alcazabilla. Lula se dio cuenta de que había abierto por la mañana, desayunó camino de una de sus agencias de publicidad favoritas y se llevó un papel en el que dicen invitar a los trabajadores del barrio a un cafelito de 10 a 12 de la mañana. Trabajadores, dice el papel. ¿Quién demuestra que no lo es?

El caso es que mientras le hincan el diente luego a un wrap de pato, la diseñadora gráfica se dedica a disertar sobre María Gámez: «No sé qué pensar, la verdad. Desconfío un poco de twitter y soy de las que piensa que es imposible trabajar eficazmente y estar todo el día conectada a esa red. Pero, a la vez, consigue que María Gámez, por ejemplo, vaya a contestar preguntas a las seis de la tarde del lunes. Al gazpachuelo party».

«¿A quién?», se ríe Mario Circe, el escritor. «Al Gazpachuelo Party, te he dicho, son gente muy activa en internet, como los que se agrupan en algo que se llama lavidamodernamerma. Por cierto, han quedado una hora antes los que quieran verse las caras en el Casino. Creo que va algún escombro o rescoldo, como queráis, de Ciudadanos. Puede que se estén planteando quizás presentar a un candidato», explica muy seria Lula

«¿De verdad que tú te tomas algo de eso en serio?», sigue pinchándole Mario. «Por lo menos es gente que tiene algo más que horchata en las venas, que no sigue consignas, que son independientes y no se venden por una subvención para los delantales de su peña y puede que sean un poco gazpachuelo, mezcla, algo que se agradece en la política de trincheras», explica la diseñadora. La abogada no ha abierto la boca y se ha salido a fumar.

Cuando vuelve, dice: «María Gámez es la que tiene un gazpachuelo mental. Está con los modernos, pero llama a Felipe a que le presente en un desayuno informativo». «Perdona, pero es que ahora Felipe va de moderno, de homeless, de perro flauta del millonario Carlos Slim, de ultraliberal. Y hay que reconocerle que, al lado de Zapatero, parece casi un estadista de la talla de Churchill», contesta Circe.

«Bueno, bueno, sin pasarse. Para muchos de los que nacimos en los 70, que se fuera González fue un poco liberación, porque crecimos con él y llegamos con él a la universidad. Creo que para los más jóvenes la figura de González ha quedado manchada por los GAL y la corrupción, esa gente no sabe nada de Bases no, OTAN fuera, ni del giro estratégico en eso de los socialistas ni de la entrada en la Unión Europea, cuyos logros, además, habría que repartirlos entre la UCD, por cierto. Además, González no es que tenga mucho ojo últimamente con las jóvenes socialistas, Bibiana Aído es uno de sus hallazgos y la Pajín también lo tiene de referente, incluso cuando se permite hablar del PIB masculino», se defiende la diseñadora gráfica, antes de pedir una tarta de zanahoria.

«Pues yo soy más vieja y soy todavía más crítica con González. De él dependió en su momento armar moralmente a este país y no lo hizo. Él sembró los vientos de una administración ostentosa y pudo haberla hecho frugal. Ahora recogemos tempestades en Bruselas. Va de progre perro flauta y sus escoltas agobiaron a los jipis de Castellar de la Frontera. Si la Universidad española es totalmente intrascendente en el mundo es porque ellos no quisieron hablar de élites y en algunos casos eran unos resentidos sociales. Qué cachondo ir ahora de liberal. Es divertido porque la gente no se da cuenta de que coincide con Aznar en muchos de los diagnósticos. Los dos han descubierto EEUU mayores», explica Concha. «De todas maneras, ¿quién mejor que Felipe iba a presentar a María Gámez dentro del PSOE? ¿Blanco, Leire, Trinidad Jiménez?», se pregunta Lula.

«Bernardino León Gross», dice Mario. En ese momento, salen del Pimpi Juan Fraile y Salvador Pendón, con una rubia mayor de pelo largo y tacones a juego. «Para gazpachuelo, perdona que te diga, no hay que salir del PSOE», acaba la abogada. «Pues yo, por si acaso, intentaré estar a las cinco en el Casino el lunes».

Fuente:ElMundo.es

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