Qué pena que la candidata socialista a la Alcaldía de Málaga, María Gámez, no sea concejala
Qué pena que la candidata socialista a la Alcaldía de Málaga, María Gámez, no sea concejala. De serlo, el Debate sobre el Estado de la Ciudad hubiera sido otro. Más interesante, con mucho más morbo, por lo menos. El sucedáneo de mitin que se ha vivido en esta edición en la Casona hubiera sido un verdadero cara a cara. A cara de perro. Y eso que el portavoz socialista, Rafael Fuentes, no lo hizo mal para las circunstancias en las que pisa el escenario: de retirada, sin horizonte político, con su proyecto de ciudad en el bolsillo. Y el alcalde se hubiera puesto las pilas y se hubiera exigido más frente a la tranquilidad de quien no tiene enfrente al adversario en carne y hueso. Con estos mimbres, el debate ha dado de sí lo que ha dado, una retahíla de cifras y pequeños destellos para la política.
El alcalde estuvo a sus anchas, dominando el terreno como a él le gusta, con un discurso plagado de cifras hasta la extenuación. Para que se hagan una idea: 500 papeleras, 132 lavapies de playa, 8.963 toneladas de papel y cartón recogidos hasta octubre, 577 licencias de apertura...Y si pasamos al capítulo de limpieza, todo un abanico de actividades: barrido manual, barrido mecánico, baldeo, fregado de aceras... Pero luego la ciudad está sucia. Una lástima, pero eso no era lo relevante en el debate ni siquiera para la oposición, metida en la harina electoral. «Su ciclo se ha acabado. Le quedan 164 días», le espetó el portavoz del PSOE a Francisco de la Torre, que ni se inmutó. Se ve que repasó mentalmente las encuestas y sonrió para sus adentros. Porque, eso sí, el alcalde guarda las formas tanto cuando ejerce el papel del secretario que lee una memoria como cuando adopta un tono enérgico y vehemente y señala a la Junta como chivo expiatorio de todos los males. Él lo niega, también con vehemencia, pero a De la Torre no se le da nada mal la confrontación. Y saca sus réditos. El pleno sobre el Estado de la Ciudad ha sido una demostración y para remacharlo, el portavoz socialista le dio matrícula 'cum laude' en esta materia en una peculiar evaluación del regidor.
En fin, que ha sido un debate sin fuelle, con más de lo mismo. Con los mismos personajes y otras tantas ocurrencias, pero a cinco meses de las elecciones municipales. Esta fue la única salsa en la mesa, la novedad más relevante a lo largo de las tres horas y cuarenta y cinco minutos que duró el rifirrafe y la vomitera de datos. Un debate sobre el estado del alcalde. Y De la Torre estuvo en estado puro.
Fuente:Sur.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario