El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ofreció ayer al presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, implantar un plan especial de seguridad para los miembros de su Gobierno tras la agresión sufrida por Pedro Alberto Cruz.
El titular de Interior hizo este ofrecimiento al presidente regional en una conversación telefónica que ambos mantuvieron, explicaron fuentes del Gobierno. Rubalcaba llamó a Valcárcel para trasladarle, en nombre del Ejecutivo, su rechazo y condena por el ataque sufrido por el Consejero.
Además, el vicepresidente primero se puso en contacto con el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, para recabar información sobre la marcha de las investigaciones, darle su respaldo y expresar su deseo de que se pongan todos los medios necesarios para detener cuanto antes a los culpables de la agresión.
El propio Rubalcaba habló esta misma mañana con el líder del PP, Mariano Rajoy, para sumarse a las muestras de repulsa por lo ocurrido. Ya el sábado por la noche el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conversó telefónicamente con Rajoy y le mostró su condena por los hechos.
Poco antes, Rajoy había condenado la «intolerable agresión» contra Cruz, que enmarcó en la «campaña de acoso» que cree que está sufriendo el Gobierno murciano ante la «pasividad» de Interior.
En esa misma línea se mantuvo, ya ayer, su «número dos», María Dolores de Cospedal, quien denunció el «comportamiento virulento» de dirigentes del PSOE murciano, que han creado «un clima de alteración social absolutamente impropio de una democracia».
El PSOE, a través de su secretario de política municipal, Antonio Hernando, arremetió luego contra Cospedal, a la que acusó de decir una «barbaridad» y una «insensatez». De hecho, la ejecutiva del PSOE exigió al PP que la agresión a Cruz no sea utilizada como «arma de lucha política o de ataque al contrario», porque ello daría «munición a los intolerantes».
El titular de Interior hizo este ofrecimiento al presidente regional en una conversación telefónica que ambos mantuvieron, explicaron fuentes del Gobierno. Rubalcaba llamó a Valcárcel para trasladarle, en nombre del Ejecutivo, su rechazo y condena por el ataque sufrido por el Consejero.
Además, el vicepresidente primero se puso en contacto con el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, para recabar información sobre la marcha de las investigaciones, darle su respaldo y expresar su deseo de que se pongan todos los medios necesarios para detener cuanto antes a los culpables de la agresión.
El propio Rubalcaba habló esta misma mañana con el líder del PP, Mariano Rajoy, para sumarse a las muestras de repulsa por lo ocurrido. Ya el sábado por la noche el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conversó telefónicamente con Rajoy y le mostró su condena por los hechos.
Poco antes, Rajoy había condenado la «intolerable agresión» contra Cruz, que enmarcó en la «campaña de acoso» que cree que está sufriendo el Gobierno murciano ante la «pasividad» de Interior.
En esa misma línea se mantuvo, ya ayer, su «número dos», María Dolores de Cospedal, quien denunció el «comportamiento virulento» de dirigentes del PSOE murciano, que han creado «un clima de alteración social absolutamente impropio de una democracia».
El PSOE, a través de su secretario de política municipal, Antonio Hernando, arremetió luego contra Cospedal, a la que acusó de decir una «barbaridad» y una «insensatez». De hecho, la ejecutiva del PSOE exigió al PP que la agresión a Cruz no sea utilizada como «arma de lucha política o de ataque al contrario», porque ello daría «munición a los intolerantes».
Fuente:Ine.es
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