sábado, 29 de enero de 2011

Chamizo critica que la eliminación de chabolas en El Vacie va lenta


El Defensor del Pueblo andaluz lamenta que «no se avanza» en dar solución al asentamiento.
Los asentamientos chabolistas son la cara más dura de la exclusión social en la sociedad actual. En Sevilla se encuentra El Vacie, que lleva 75 años funcionando como un auténtico gueto al que no se le da solución. Así lo piensa hasta el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, que participó ayer en la jornada sobre gestión de asentamientos chabolistas organizado por la Escuela de Arquitectura. En su intervención, Chamizo señaló que “hay voluntad y proyectos, pero la realidad es que actualmente no se está avanzado en la solución del problema”.

Para el Defensor, “resulta curioso que cuando el suelo donde se ubican las chabolas entra dentro del Plan de Urbanismo se erradica rápido el problema. Además hace falta un esfuerzo de concienciación, ya que en un barrio se enteran que van a realojar allí a alguien de El Vacie y se ponen en contra”.

El delegado municipal de Bienestar Social, Enrique Lobato, admitió por su parte que “todos los políticos que hemos pasado por el gobierno de esta ciudad deberíamos avergonzarnos de lo que pasa en El Vacie”. Aunque insistió en que acabará por eliminarse: “Es un asentamiento histórico y pronto será historia”.

El Vacie creció en los años 50, insertado en el conocido “cinturón de la miseria” que rodeaba el norte de la ciudad. Actualmente viven allí 150 familias (unas 600 personas, según el censo actual del Consistorio) en casas prefabricadas y chabolas sin agua corriente. La esperanza de vida es de 50 años, y la mayoría de sus habitantes no han cumplido los 25. Pero lo que más preocupa a los servicios sociales es la nula participación de los vecinos en asociaciones, así como su alarmante carencia de estudios.

Durante su turno, el director del área de Bienestar Social, Juan Manuel González, afirmó que “no es necesario actuar con prisas”. Para su delegación el objetivo es el “crecimiento cero”, por eso han instalado maceteros en los lugares donde han retirado las chabolas. También señaló que “durante el proceso de integración es necesario mejorar el hábitat”, y por ello ha dotado a la zona de un nuevo alumbrado, caminos y evacuatorios”. Por último resaltó la importancia del censo de viviendas y personas que se ha llevado a cabo en El Vacie.

La imagen de las jornadas la puso el fotógrafo sevillano Francisco José Pineda, que mostró una colección de fotos realizadas en el asentamiento chabolista. “Las fotos son de diciembre de 1997, el mismo día en que allí murió una niña al caerse por una arqueta de saneamiento. Lo que más me impactó fue el contraste que sentí cuando fui a revelar las fotos a una tienda de República Argentina”.

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