Las ruedas de prensa como la de esta mañana que, todos los años por estas fechas, ofrece el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para presentar las cifras de la inmigración clandestina parecen sacadas de un guión de The Wire, la serie de culto estadounidense que da cuenta de los engranajes de la política y de la lucha policial contra la droga en la ciudad de Baltimore y que está causando furor en España.
Por el cásting.
Rubalcaba es quizá el único político español capaz de estar a la altura del apasionado, elocuente y escurridizo alcalde demócrata Carcetti. Nadie como él para trasmitir firmeza mientras suelta frases efectistas -"No ha sido una buena noche para el entorno de ETA", ha dicho hoy-; evasivas -"No hay más preguntas porque estoy viendo que mis respuestas suscitan nuevas preguntas"-, o emotivas -"Las repatriaciones son duras y difíciles para los policías"-.
Por la puesta en escena.
En The Wire, el alcalde Carcetti ofrece unas multitudinarias ruedas de prensa en las que se hace rodear de los galones de toda la cúpula de la Policía. A la cita en la sede del Ministerio del Interior de la calle madrileña de Amador de los Ríos acude todos los años un alto número de altos mandos de la Policía y Guardia Civil. Unos sentados en las primeras filas, otros destacando de pie en fila a uno y otro lado de la sala de prensa, asentían hoy perfectamente uniformados, y con una satisfacción a medias contenida, cuando eran felicitados por su jefe.
Por las estadísticas.
No es que Rubalcaba maquille las estadísticas de detenciones y crímenes resueltos, como se hace en The Wire, es que siempre resalta las cifras que hacen quedar bien a su Gobierno (y mal al anterior) y no muestra los datos que podrían perjudicar su pensado y repensado balance. Por ejemplo, centra su triunfalista rueda de prensa en que la llegada de sin papeles en cayucos ha sido la más baja de la década, cuando apenas el 1% de los inmigrantes utiliza este sistema y no ofrece datos claros y concretos de las llegadas por avión, tren, coche o autobús, las formas más frecuentes. Tampoco dice qué porcentaje de los inmigrantes detenidos en un año son finalmente expulsados. Los periodistas suelen comentar que no hay por dónde coger las cifras para sacar conclusiones que vayan más allá de los titulares que él quiere que salgan en los medios.
Por los antecedentes.
Rubalcaba ha negado hoy, como hace siempre, que la Policía haga redadas indiscriminadas y masivas de sin papeles. Dice que los inmigrantes indocumentados son detenidos cuando se están haciendo otras operaciones policiales: controles antiterroristas, dispositivos antidroga, redadas contra la prostitución... Algo parecido ocurre en la ficción de la quinta temporada de The Wire, cuando, con la excusa de apresar a un asesino en serie de mendigos inventado, los policías aprovechan para atrapar al número uno de los narcos de Baltimore, Marlo Stanfield. Rubalcaba insiste en que no hay redadas masivas, pero los propios sindicatos policiales han denunciado que sus superiores les ordenan hacerlas para, literalmente, "hacer palotes"; es decir, hacer que suban las estadísticas. En la tercera temporada de la serie se hacen redadas para inflar los balances policiales. Realidad The Wire pura y dura.
Fuente:elmundo.es
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