domingo, 9 de enero de 2011

Cascos y Rubalcaba

COMENTARIOS DE PABLO SEBASTIAN (PRESIDENTE DE : LA REPUBLICA)

Alfredo Pérez Rubalcaba y Francisco Álvarez Cascos, los que fueran los respectivos lugartenientes de Felipe González y de José María Aznar están de regreso a los primeros planos de la política nacional para tener un nuevo tiempo de “gloria” –o “minutos basura” como se dice en el baloncesto-. El vicepresidente Rubalcaba para presentarse como sucesor de Zapatero en las elecciones de 2012 y, si pudiera, incluso como presidente del Gobierno por un año si finalmente Zapatero dimitiera ante su galopante deterioro dentro y fuera del PSOE; y el secretario general del PP, Álvarez Cascos, echando un pulso a Rajoy y a la cúpula de su partido para situarse como candidato conservador en las elecciones autonómicas asturianas del mes de mayo. La fecha en la que uno y otro despejarán todas las incógnitas aunque da la impresión de que el ganador de ambas porfías lo será Rajoy porque ganará los comicios municipales y autonómicos de mayo y posteriormente en las elecciones generales de 2012, si las cosas siguen como van en España, y si empeoran con mayor motivo.

Aunque de aquí a esa fecha Rubalcaba y Cascos darán mucho que hablar. Ahí está, por ejemplo, el pacto entre el director del diario “El Mundo”, Pedro J. Ramírez, y el ex militante del PP Francisco Álvarez Cascos para presionar a Mariano Rajoy a favor de que Cascos lidere el PP asturiano en los comicios autonómicos de mayo. Una alianza que tendrá consecuencias negativas para ambos y que se ha convertido en el argumento decisivo en contra de semejante operación. Porque tanto Rajoy –quien gusta alardear de su “independencia” frente a las presiones ajenas- como la cúpula del PP no solo han decidido ya que hacer en Asturias, frente a los embates y desafíos de Álvarez Cascos, sino que además no se olvidan de los ataques lanzados en los últimos tres años por el diario “El Mundo” y su director contra Rajoy y todo su equipo, en favor de dirigentes del PP como Esperanza Aguirre o de Juan Costa.

Aunque lo más asombroso de todo ello está en el hecho de que Cascos se vaya del PP porque se siente insultado por sus compañeros asturianos y se alíe con Pedro J., que lo ha maltratado y denigrado durante años, solo por interés político y mediático y al margen de la “dignidad” que dice defender con su marcha del PP. Estamos ante algo parecido a lo que Manuel Fraga llamaba “extraños compañeros de cama”, donde Francisco Álvarez Cascos, el político al que “El Mundo” había representado como un doberman, o el Milú de Tintin echado a patadas por Aznar y por Rajoy, o tirado al suelo como una humeante colilla, o dibujado como Frankenstein, retoza en la compañía de su particular “verdugo” mediático, Pedro J., más duro incluso que sus adversarios de la izquierda porque “El Mundo” le atacaba desde su propio espacio político. Y todo ello solo para llevar a cabo su particular venganza contra Rajoy porque el líder del PP no quiso imponerlo como la cabeza de lista del PP asturiano para las elecciones del mes mayo.

Ya hemos dicho en estas páginas que Rajoy se pudo equivocar rechazando a Cascos y no dándole la misma oportunidad que, por ejemplo, tuvo Fraga en Galicia al final de su carrera política. Como también hizo mal Rajoy al no rechazar desde el principio, antes del pasado verano y cuando Cascos se lo propuso, su oferta y proyecto asturiano.

Pero dicho esto también es cierto que Álvarez Cascos planteó su regreso a la política activa del PP desde la soberbia y al grito de “a mí la legión” y se equivocó en las formas y el procedimiento. Y se ha vuelto a equivocar con su marcha y portazo al PP sin explicar los verdaderos motivos de su marcha del partido, que no son las burdas agresiones verbales de sus compañeros del PP asturiano sino la negativa de Rajoy a su candidatura, y una profunda discrepancia con Rajoy en casi todo: en la manera de liderar la oposición, de gestionar el caso Gürtel, e incluso de organizar el PP y de entregar la secretaría general a María Dolores de Cospedal, para que la comparta con su candidatura de Castilla La Mancha.

Y nada de esto ha sido dicho por Cascos en público, a pesar de que lo ha pregonado en privado dentro y fuera del PP. Como tampoco se atreve Cascos a decir si se va o no a presentar a las elecciones asturianas a la espera de no se sabe qué. Aunque da la impresión de que no tendrá más remedio que dar un paso al frente porque ha embarcado a otros compañeros del PP asturiano a los que no puede dejar en la estacada. Si Cascos lo hace entonces si tronará contra Rajoy y buscará el tirón mediático –que lo tendrá en los medios del PSOE y en “El Mundo” y la extrema derecha mediática- en pos de su campaña electoral asturiana. Aunque la perspectiva del triunfo electoral del PP en toda España beneficiará a Rajoy.

El caso de Rubalcaba es distinto aunque mantiene la similitud en lo que se refiere a su intento dañar a Zapatero desde el corazón del felipismo, como Cascos pretende hacerlo con Rajoy desde la vieja guardia del PP. Aunque el todopoderoso vicepresidente está en una posición inmejorable para logar que Zapatero abandone cuando antes, por más que el presidente se resiste como gato panza arriba a dejar el poder y ahora ha decidido conceder una serie de entrevistas –hoy a Antena 3 TV- para intentar recuperar su imagen muy deteriorada intentando presentarse como la víctima que se inmola por el bien de España, y que toma decisiones dolorosas incluso en contra de su base social y de la izquierda, como ocurre con el caso de las pensiones. Al tiempo que Zapatero espera un anuncio espectacular de ETA –el abandono de las armas- que le permita retirarse del poder al menos con un triunfo en las manos, lo que está por ver.

Rubalcaba tiene prisa y el diario “El País” lo apoya y no cesa de empujar a Zapatero para que se vaya de una vez, asegurando que las encuestas dicen que el liderazgo del vicepresidente mejoraría ostensiblemente el resultado electoral del PSOE. Un apoyo del diario “El País” a Rubalcaba y en contra de Zapatero que a la vez coincide con otra extraña operación mediática de “El Mundo” apoyando a Cascos contra Rajoy, lo que resulta paradójico y no deja de ser llamativo a la vez que explica las pésimas relaciones de uno y otro diario con los líderes políticos respectivos del PSOE y del PP.

Aunque sin duda la operación de Rubalcaba parece la de mayor calado –la de Cascos se reduce a Asturias- porque con ella “El País” intenta frenar que Zapatero controle su sucesión a favor de otro candidato, como la ministra Chacón, la protegida del grupo editorial de La Sexta promovido desde la Moncloa por el propio Zapatero y que tantos problemas económicos le ha causado al Grupo Prisa. Mientras que “El Mundo” es quien le debe favores a Zapatero, y de ahí su apoyo a Cascos contra Rajoy, al que desprecia y ha querido derribar en varias ocasiones. Eso sí, mientras en el PSOE y en el PP discuten sobre galgos y podencos, la casa española sin barrer y el riesgo de rescate financiero de España por parte de la UE avanzando por el flanco portugués.

Fuente:republicadelasideas.es

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