Dicen las encuestas que el Partido Popular va a ganar las próximas elecciones generales. Es más, si se cumplieran los pronósticos lo haría por una distancia sobre el PSOE bastante abultada. “No podemos conformarnos con lo que dicen las encuestas, porque la única encuesta que vale es la de las urnas, pero parece un hecho evidente que la necesidad de cambio se ha instalado ya en la sociedad”, asegura una fuente de la Dirección Nacional del PP. Como ocurre cada vez que se adivina un cambio de Gobierno, aunque sea con tanta anticipación, todas las miradas se dirigen al PP y, sobre todo, una pregunta fluye en el ambiente: ¿Qué gobierno hará Mariano Rajoy? ¿Quién será ministro? El líder del PP no suelta prenda cuando se le pregunta. “Eso no toca ahora”, señalan fuentes de este partido, “y Rajoy nunca ha hablado con nadie de eso”, añaden. ¿Eso significa que no hay quinielas? Ni mucho menos. De hecho, en Génova las hay, y no solo una.“Que Rajoy no hable del asunto no significa que él mismo no piense en quién podría poner en tal o cual sitio, y seguro que va tomando notas, aunque no me atrevería a asegurar que tenga un ‘cuaderno azul’ al uso, pero él ya se empieza a ver en la Presidencia del Gobierno y no querrá llegar sin los deberes hechos en lo que a su equipo se refiere”, aseguran estas fuentes. Y aunque él no diga nada, en Genova se ponen nombre y apellidos a los posibles ministros.Todo el mundo da por hecho que la actual portavoz del Grupo Parlamentario,Soraya Sáenz de Santamaría, ocupará un lugar destacado en el Gobierno, “como vicepresidenta, casi seguro, en un papel similar al que tuvo De la Vegacon Zapatero”, dicen estas fuentes. Lo que no es tan seguro es que Rajoy apueste por una vicepresidencia económica, “aunque dada la importancia que va a tener la economía en los próximos años, debería ser así”, dicen estas fuentes.En principio, Cristóbal Montoro, actual portavoz del área, es el mejor colocado para ocupar ese puesto, aunque en el partido hay quienes apuestan por la vuelta de Rodrigo Rato. Quienes no lo ven aseguran que Rato-Rajoy son “dos personalidades que chocarían enseguida”, mientras que Montoro tendría “mucho más feeling con el futuro presidente”. Otro nombre que aparece en las quinielas para esa área es el del Luis de Guindos, lo que en definitiva, con Rato o no presente, supondría recuperar en parte al equipo que llevo a cabo el ‘milagro económico español’.Fátima Báñez y Álvaro Nadal también aspiran a un Ministerio en esa área, en carteras importantes como Industria y Trabajo, con el fin de conformar un grupo engrasado y acostumbrado a trabajar en equipo. Otra mujer que aspira, por fin, a ocupar una cartera es la actual vicesecretaria de Organización, Ana Mato, hasta ahora siempre dedicada a tareas de partido y que podría recalar en departamentos tan dispares como Educación, Cultura o Sanidad, una cartera, esta última, a la que también podría volver Ana Pastor.¿Y qué ocurrirá con la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario de Política Territorial, Javier Arenas? Pues va a depender de los resultados que ambos obtengan en sus respectivas comunidades. En Génova se da por hecha la victoria del PP en Castilla-La Mancha, “y eso significaría que Cospedal dejaría la política nacional para ser presidenta de su comunidad. Incluso dejaría el puesto de Secretaria General del PP”.¿Y si no gana? “Entonces habrá que hacerle un hueco en el Gobierno. Cospedal sería una magnífica ministra de Justicia e Interior, dos departamentos que seguramente Rajoy volvería a unificar”, dicen estas fuentes. Caso parecido es el de Arenas: “Si gana, será presidente de la Junta, y si no lo es, Rajoy también tiene una deuda con él, y podría acabar su carrera política como ministro de Fomento”, un departamento muy proclive a la buena imagen de quien lo detenta.Las aspiraciones de GallardónOtro candidato a ese Ministerio es Alberto Ruiz-Gallardón, aunque no es a lo único que aspira el actual alcalde. Fuentes próximas al regidor municipal creen que irá en la lista como número dos de Rajoy, “entre otras cosas porque, esta vez, a Rajoy le da igual que vaya, incluso le conviene”, aseguran. Es cierto que si Rajoy gana, Gallardón no representa ningún peligro para él, y si no lo hiciera –cosa que en el PP hoy ni se contempla-, Rajoy no seguiría al frente del partido, luego tampoco le preocuparía la presencia del alcalde.Éste, sin embargo, no tiene ganas de seguir al frente de la Alcaldía y aspira a algo más en la política nacional: un ministerio importante, la propia vicepresidencia del Gobierno, o, en todo caso, la portavocía del Grupo Parlamentario. Una vez esté el PP en el Gobierno, Gallardón no aspira a la Secretaría General del partido, sino a un cargo de mayor relevancia. Para sustituir a Cospedal se apunta a un hombre, Esteban González Pons, que se convertiría de hecho en el número dos del ‘aparato’. Eso si no lo reclama Valencia por otras razones.Con la excepción de Arenas y Cospedal, en el caso de que no ganen en sus respectivos feudos, no se espera que Mariano Rajoy ‘rescate’ a ningún otro ‘barón’ del PP para la política nacional, aunque hay un nombre que en Génova suena mucho, el de Antonio Basagoiti, líder del PP vasco. “Sería una pena descabezar el partido allí para traerle a Madrid, cosa que el parece no querer, pero por otro lado Rajoy confía mucho en él y tiene una imagen envidiable de cara a la opinión pública”, aseguran estas fuentes.Lo que sí se espera del líder del PP es que ‘tire’ de algunos independientes para terminar de formar su Gobierno. Así, el nombre deEnrique López aparece vinculado al Ministerio de Justicia si finalmente Rajoy decide mantenerlo separado de Interior, otro ministerio en el que podría recalar el magistrado. Se cree, incluso, que podría ‘fichar’ a alguien próximo al PSOE pero crítico con Zapatero para alguna cartera estratégica como Cultura.Donde nadie se pone de acuerdo es en la cartera de Exteriores: “Es muy difícil que alguno de los actuales portavoces ocupen esa área por distintas razones”, dicen estas fuentes, aunque también es verdad que Rajoy aprovecha mucho últimamente la dilatada experiencia de Alejandro Muñoz Alonso. Sin embargo, estas fuentes creen que “al final se inclinará por algún diplomático de carrera con los que ya está manteniendo importantes contactos”.
Escuchamos con insistencia hablar de tolerancia, respeto, pluralismo, libertad. Sin embargo, muchos de los que gritan a viva voz esas palabras son los que, paradójicamente, no resisten la voz calmada y sosegada de alguien que piense distinto a ellos. (Del blog Visión Política de Giancarlos Candanedo Páez). Encontrado por Silvia V. G7
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