lunes, 29 de noviembre de 2010

"María Gámez es el programa; ella misma es el medio y el mensaje"

El fichaje estrella de la alcaldable socialista en Málaga destaca el contraste entre lo que representa la candidata y Francisco de la Torre, del que afirma: "Es el favorito del pasado, representa un modelo acabado"



"María Gámez es el programa; ella misma es el medio y el mensaje"


-Ser el primer fichaje de María Gámez debe ser una responsabilidad.

-Por supuesto. Se trata, además, de una apuesta muy personal y es la responsabilidad de la candidata la que también está en juego.

-Tiene que dar forma a la base de lo que será la candidatura de Gámez.

-Estamos ante un cambio completo de ciclo y probablemente estemos sacando a la alcaldesa de la quinta o sexta ciudad de España. Su personalidad implica un cambio generacional, una respuesta muy sugerente. María Gámez es el programa, ella misma es el medio y el mensaje.



-¿En qué programa piensa?

-Debe dar respuesta al tejido productivo, a cómo Málaga tiene que ocupar su papel en el sistema andaluz y nacional de ciudades, pero no con un papel segundón. En calidad de vida, en interés cultural, Málaga quedaba siempre fuera de los primeros diez lugares. Una generación no puede consentir eso. Pongo el ejemplo de mi hija, que es la generación que viaja en autobús, que va a Teatinos a machacarse estudiando, que trabaja de camarero y que probablemente acabará en el paro si no se le pone una solución, que a lo mejor no es municipal, pero el Ayuntamiento tiene que ayudar. Y parece que la única discusión es cuántas infraestructuras y cuánto hormigón nos van a meter.

-¿Puede ser negativa la escasa trayectoria política de Gámez?

-Nuestro papel será armar un programa y hacer ver que es el liderazgo de María Gámez el que va a cambiar la ciudad. Nunca he visto una proyección tan rápida en política, una rapidez tan vertiginosa en asumir el papel y la autoridad.

-La aspiración del PSOE es ganar las elecciones y gobernar...

-Si estoy aquí es para que María Gámez gobierne esta ciudad.

-El reto se antoja complicado. Un alcalde que lleva diez años...

-Es el favorito, pero es un favorito del pasado, de otra época. Representa un modelo acabado.

-¿Qué es Francisco de la Torre frente a María Gámez?

-De la Torre es una Málaga basada en el negocio inmobiliario, en el intercambio de aprovechamientos, todo ligado al mecanismo antiguo de la construcción, que nos ha llevado al paro en el que estamos. Y María Gámez, la vinculación de un político con el espacio público, en las antípodas de la visión de las infraestructuras, de qué se nos debe. A Málaga nadie le debe nada, lo que nos debemos nosotros es que estamos dejando condiciones muy malas a nuestros hijos. Estamos en una crisis de unas proporciones incalculables y enfrentarse a ella con los modelos del pasado, pendientes de papá Estado, con lo del agravio de la Junta, no vale.

-¿María Gámez no firmaría un convenio como el de Repsol?

-No lo puedo aventurar. El problema es que las viviendas sociales de Teatinos se sacaron a subasta. Esas son las consecuencias de sacarle jugo al suelo. Pero ni tenemos una ciudad más compacta ni tenemos obras. María Gámez va a apuntar el cambio hacia un modelo productivo más estable. Eso implica un modelo medioambiental, no uno en el que la ciudad mira a ver por dónde acosa los montes, dónde emboveda los ríos... Eso es el pasado. ¿Dónde está el futuro? En la formación del capital humano y en el anclaje de este capital en la ciudad, en la conexión con Sevilla, en un turismo responsable. ¿Que se va a construir en Málaga? Claro, pero vamos a construir una ciudad mejor, más eficiente, más solvente para la vivienda pública y con unas características de articulación de barrios que hoy no se ven.

-Sobre qué deficiencias actuales trabajará el programa.

-Málaga no se puede entender desde el punto de vista de la gente envejecida, que quiere seguir con lo mismo, sino de la gente que la va a vivir en los próximos 20 ó 30 años y esa percepción la representa María Gámez. El programa va a ser una enmienda a la totalidad pero también una respuesta a la totalidad. Primero hay que enterarse de que estamos en una crisis; segundo, liderar un proyecto de ciudad moderna, no sometida a la dialéctica de un plan estratégico que ha considerado los proyectos como motores. El alcalde se ha subido a una moto para hacer la campaña. Todas las estrategias de ciudad pasan por infraestructuras. Plantearemos soluciones que generen valor, blandas, que compacten la ciudad y que creen valor productivo.

-Lo de las infraestructuras no le convence demasiado...

-¿La ciudad la mueven las infraestructuras o los valores? ¿Cuánto ponemos en esta época de crisis en una y otra cosa? Eso hay que invertirlo. Pequeñas operaciones que creen mucho impacto en la vida cotidiana y que produzcan una gran calidad de vida en la movilidad... Cánovas del Castillo, la movilidad al PTA... Qué ciudad gasta casi tres horas de sus estudiantes universitarios en ir en autobús. Eso hay que cambiarlo, Málaga no puede ser creciendo sobre la base del automóvil. Hay más parking que parques, más aparcamientos que viviendas sociales... Invertir eso y que la gente lo entienda es la labor de un programa nuevo pero que va a estar con los pies en el suelo.

-No se trata tanto de prometerle al ciudadano una gran obra...

-Lo de la Plaza de la Merced, ¿hay que rebajarla o peatonalizarla? ¿Peatonalizar dos viales cuesta cinco millones? ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Cinco millones? Hablo de cosas concretas, los 15 millones que van de VPO a obras en los distritos, ¿ahora? Las 320 VPO que se cargan sobre la compra del Astoria. Vamos a hacer una propuesta de economía de austeridad pero eligiendo bien dónde ponemos los dineros.

-¿Usted le aconsejaría a María Gámez que no comprase el Astoria?

-El Astoria es un capricho. Ahora vas al Corte Inglés y no te compras cualquier cosa como hace tres años, pero aquí parece que seguimos igual. No podemos gastarnos el dinero en obras que no sean estrictamente necesarias. Creo que sería ella la que me aconsejaría a mí que no se comprase esa parcela. Ella diría que en la situación en la que estamos habría que analizar si esas operaciones, a largo plazo, tienen una compensación tan importante como la que se le atribuyen.

Fuente: malaga.hoy.es

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